La oposición y los costos de la división

El actual Congreso estrena el estatuto de la oposición de manera llamativa, con una bancada total de 23 senadores y 21 representantes que se acogieron a la nueva figura. Los congresistas de las bancadas de la Alianza Verde, del Polo Democrático Alternativo, de la Lista de la Decencia y de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común suman una fuerza política relativamente importante para llevar a cabo este novedoso ejercicio de la oposición. A pesar de la virulencia de los ataques que dividieron estas formaciones durante las campañas presidenciales del semestre pasado, y de las diferencias doctrinales y estratégicas que las separan, han actuado en estos primeros meses de forma remarcablement unida y coherente la mayoría de los tiempos. También existen planes de candidaturas comunes para las elecciones regionales y locales del próximo año.

En este contexto, vale la pena preguntarnos que hubiera pasado si la actual oposición hubiera llegado unida en las elecciones del pasado semestre. Mucho se ha especulado sobre lo que hubiera podido pasar en la presidencial, pero poco sobre el Congreso. Sin embargo, es ahí donde las ganancias hubieran sido más obvias y menos sujetas a especulación, gracias a la prima mayoritaria que ofrece nuestro sistema electoral.

En efecto, la combinación de umbrales y sistema proporcional d’Hondt de la reforma política de 2003 ha sido pensada para favorecer las formaciones grandes y penalizar las pequeñas, de modo que, si las listas se hubieran presentado unidas, la oposición pudiera haber ganado unas curules más.

Es lo que muestra la tabla siguiente que recalcula la asignación de curules, circunscripción por circunscripción, con una simulación de lista única de los partidos de la oposición cuando no existió. Para esto, hemos sumado los resultados de las listas de Alianza Verde, el Polo Democrático Alternativo, Decentes, Unión Patriótica, y el Movimiento Alternativo Indígena y Social – MAIS. Dejamos de lado la Fuerza Alternativa  Revolucionaria del Común que obtuvo sus curules a través del acuerdo de paz (lo mismo que las curules de Gustavo Petro y Angela María Robledo, que fueron ganadas por otro mecanismo). Sólo se mencionan las circunscripciones cuya asignación de curules hubiera cambiado con una lista única de oposición.

 

Tabla 1 : Simulación de asignación de curules con una lista de oposición única

 

Circunscripción Curules actuales Curules con lista de oposición unida
Nacional (Senado) 17 19
Bogotá (Cámara) 7 8
Cundinamarca (Cámara) 0 1
Tolima (Cámara) 0 1
Valle (Cámara) 1 2
Putumayo (Cámara) 0 1

 

De este modo, y haciendo la hipótesis de que la lista única de la oposición obtendría cada vez la suma de los votos de sus actuales componentes, la oposición hubiera podido obtener 2 Senadores y 5 Representantes más, sólo por aritmética. Si nos fijamos en la distribución actual del voto preferente, es la Alianza Verde que hubiera salido más beneficiada, obteniendo una curul más en el Senado para Jorge Eliécer Guevara, y tres Representantes más: Diego Cancino (Cundinamarca), Terry Hurtado (Valle) y Jorge Arciniegas (Putumayo).

El Polo hubiera sido beneficiado con un Senador, Wilson Arias, y dos Representantes en Bogotá, Sergio Fernández y Alirio Uribe, quien hubiera entrado en lugar del Decente David Racero.

Finalmente, los Decentes hubieran compensado la pérdida de Racero con la obtención de una curul de Representante en Tolima para Gonzalo Parra.

 

Como se puede apreciar, el costo de la división es elevado para la oposición, sobre todo en las pequeñas circunscripciones de la Cámara en que muchas pequeñas listas desperdician el voto dividiéndolo. Sea dicho de paso, este costo sería aun mayor si se aprueba el proyecto de Senado territorial que se pretende incluir en la reforma política.

Desde luego, unir a los verdes, los del Polo y los petristas en una misma lista puede parecer utópico, pero no hay duda de que sería electoralmente eficaz. Muchas diferencias ideológicas y programáticas caben en unos frentes electorales comunes, y existen maneras de gestionarlas sin pretender hacerlas desaparecer como lo muestra el Frente Amplio uruguayo por ejemplo. Por lo demás, no es tan seguro que las diferencias ideológicas sean mayores dentro de la oposición de hoy que entre los congresistas de partidos como la U, Cambio Radical, o incluso los tradicionales partidos Conservador y Liberal.

De modo que las fuerzas de la oposición tienen como pensarlo, porque para las locales, el mismo tipo de aritmética aplicará en las Asambleas departamentales y Concejos municipales, sobre todo en las grandes urbes. Lo mismo aplica a los cristianos que se presentaron en orden disperso en marzo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *