El tránsito del cambio por el Senado

Como bien es bien sabido, y señalamos en nuestro Boletín No. 15, la otrora oposición durante el 2018-2022 pasó a ser la mayoría en el actual Congreso, configurándose como el mejor resultado en la historia para los sectores alternativos. Además, es el legislativo con más mujeres, en términos relativos y absolutos, y tiene otras novedades como las 16 curules para víctimas en la Cámara de Representantes. De este modo, es innegable que buena parte del actual Congreso fue elegido –al menos parcialmente– bajo el mismo deseo de cambio que llevó a Gustavo Petro a la Casa de Nariño.

En ese sentido, es importante entender cómo se han comportado los partidos en este legislativo, específicamente en el Senado, que, al igual que el leitmotiv del gobierno, muchos han denominado como del cambio. Para este análisis haremos uso de nuestra propia base de datos, la cual lleva un registro de los proyectos que llegan a plenaria de ambas Cámaras. En el Senado, la ventana de tiempo seleccionada fue entre el 27 de julio del 2022 y el 16 de agosto del 2023.

De la revisión de los datos podemos distinguir con claridad el patrón conjunto del Pacto Histórico, Comunes y Alianza Verde. Así, estos tres partidos se distinguen por ser los tres con mayor porcentaje de voto con la plenaria –por amplia diferencia– y con mayor porcentaje de votos por el Sí respecto a todos los proyectos votados, sumado a que se destacan por una baja abstención. Además, tanto Comunes (70%) como el Pacto (64%) son el 2 y el 3 partido con mayor cohesión en el voto de sus parlamentarios. Alianza Verde tiene un coeficiente mucho más bajo, en torno al 58%, lo cual es congruente con que algunas de sus figuras como Angélica Lozano y Humberto de la Calle[1] han marcado distancia frente al gobierno. Empero, la pauta de los tres partidos permite categorizarlos como el núcleo de gobierno, entiendo que no son los únicos bajo este rótulo formal ante el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Cálculos propios a partir de los datos del Grupos DEMOS (UR)

En el otro lado del espectro están los partidos de oposición. El más claro de ellos es el Centro Democrático. Como era de esperarse, es el partido con más porcentaje de votos por el No, respecto al total de proyectos, con un promedio 3.3 veces más alto que el promedio y con una cohesión partidista por encima del 60%. Un poco más hacia la independencia, pero también de oposición, se encuentra Cambio Radical. El partido de Vargas Lleras, que se declaró en oposición en de marzo del año pasado después de haber sido independiente, no se destacó por un alto porcentaje de votos por el No, pero sí por una altísima abstención y por ser el partido con menos votos por el Sí. De hecho, tuvo una abstención 14 puntos porcentuales por encima del promedio general.

Cálculos propios a partir de los datos del Grupos DEMOS (UR)

Cálculos propios a partir de los datos del Grupos DEMOS (UR)

Justo en el punto medio, los independientes, es donde se encuentran los matices y diversos patrones en el voto. El primero de los independientes es el partido MIRA, que desde un inicio se ha mantenido firme en ese lugar. A diferencia de las otras dos categorías, tiene un muy bajo porcentaje de voto por el No, pero una abstención más alta que la de los tres partidos del núcleo de gobierno – y mucho más baja que Cambio Radical. Asimismo, se encuentra en la mitad de los votos por el Sí, detrás de los 3 de gobierno y por encima de los dos de oposición. Otro punto resaltable del MIRA es su altísima cohesión como bancada, la más elevada de los principales partidos del Senado.

Cálculos propios a partir de los datos del Grupos DEMOS (UR)

De otro lado, se encuentran los partidos Conservador, de la U y Liberal. Como veremos, este último, a pesar de ser de gobierno –al menos de iure– en la práctica se alinea más con los independientes. Así, los tres partidos tienen porcentajes iguales en votos por el Sí y de abstención, aunado a porcentajes similares por el No –aunque con un valor ligeramente mayor para la bancada conservadora. Sus principales diferencias radican en el porcentaje de voto por la plenaria, visto que la U tiene el segundo porcentaje más alto en esta categoría, mientras que los liberales el segundo más bajo. Por otro lado, tanto liberales como conservadores tienen la misma cohesión partidista, al mismo tiempo que la U es el partido más disperso.

En ese orden de ideas, podemos hablar de dos bloques claramente marcados y tres partidos independientes que fungen de bisagra para la agenda del gobierno. A manera de ejemplo, los votos, aunque fragmentados, de la bancada de la U y Liberal en senado fueron clave para que la reforma pensional pudiese pasar a tercer debate en Cámara; asimismo, el voto de MIRA dentro de Comisión VII fue determinante para que el mismo proyecto pasara a plenaria. Paradójicamente, los conservadores se han opuesto sistemáticamente a las tres grandes reformas del gobierno, pero su presencia en el debate de la pensional fue lo que permitió completar el cuórum de la plenaria[2].

A manera de síntesis, es evidente que los partidos del núcleo de gobierno tienen el mayor porcentaje de votos por el Sí y de votos con la plenaria, aunado a los más bajos niveles de abstención y de un voto por el No mayor que los independientes. Los partidos en la otra orilla, el núcleo de oposición se caracteriza por altos porcentajes de votos por el No y de abstención. En una tercera vía están los independientes que se caracterizan por un apoyo parcial a la agenda del legislativo en función de la lógica particular de cada proyecto y que definitivamente son el broker que le permite al gobierno sumar más votos de los que encuentra en sus tres partidos allegados. Finalmente, y como puede intuirse, los más enraizados en cada una de las tres categorías son los que tienen mayor cohesión. El resto, los que tienen algunos parlamentarios con mayor probabilidad de votar en divergencia con su bancada, tienen un índice más bajo. En la próxima entrada evaluaremos el panorama de la Cámara de Representantes que, según se habla en algunos medios, es donde el gobierno tiene más mayorías.


[1] A pesar de que no hace parte del partido propiamente, llegó bajo la sombrilla de la coalición Centro Esperanza que incluía a Verde Oxígeno, de tal suerte que en la base de datos lo incluimos como de la bancada Verde.

[2] De acuerdo con el registro extraoficial de Juan Miguel Hernández Bonilla para El País (España), pues la gaceta oficial no está disponible aún, el 23 de abril del 2024 se aprobó en plenaria de Senado con el voto afirmativo de 7 de 10 senadores de la U, junto con 9 de 13 liberales. https://elpais.com/america-colombia/2024-04-24/el-senado-aprueba-la-reforma-pensional-pese-a-las-multitudinarias-marchas-contra-petro.html?event_log=go

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