Censurar: ¿De la moción a las urnas?

El artículo 29 de la ley 5° de 1992 define la moción de censura como un acto mediante el que el Congreso “reprocha la actuación de uno o varios ministros del Despacho dando lugar a la separación de su cargo”. En ejercicio de este mecanismo constitucional con el que cuenta el Congreso para limitar el poder del ejecutivo y hacer control político, 16 congresistas de los partidos declarados en oposición a nivel nacional decidieron radicar un acto de moción de censura en contra del ministro de Defensa Diego Molano Aponte, el 4 de mayo. Esto se da en el marco del paro nacional, donde se han registrado numerosas denuncias de abusos policiales y violación de los DDHH por parte de la fuerza pública. De esta manera, los Congresistas de la oposición buscaban que Molano responda por cerca de 3000 hechos de violencia policial entre el 28 de abril y el 21 de mayo, según los reportes de la ONG Temblores (ver cifras que citan el radicado de la proposición aquí) y por haber llevado a cabo una campaña de estigmatización hacia la protesta social.

El pasado jueves 27 de mayo, la plenaria del Senado negó la moción contra el ministro Molano. En esta nota tratamos de identificar a quiénes representan aquellos que votaron a favor y en contra de la moción de censura, y a quiénes representan. Para ello sumamos los votos por municipio que obtuvieron los senadores en ejercicio, que votaron a favor de la moción y en contra de la moción, obtenidos en las elecciones de marzo de 2018 (sin tener en cuenta aquellos senadores que se abstuvieron o que no asistieron a la sesión). De esta manera, calculamos el porcentaje de votos representados en el municipio a favor y en contra de la moción, y mapeamos la diferencia entre ambos porcentajes como se muestra a continuación.

El ejercicio cartográfico nos muestra que quienes votaron para separar a Molano de su cargo, cuentan con electorados más fuertes en el litoral pacífico, Boyacá y, en menor medida, el sur oriente del país. Es interesante notar que, al menos en lo que respecta a la costa pacífica, hay una relación entre las zonas de mayor diferencia entre los votos de los congresistas (comparados según su postura frente a la moción) cuando esta se inclina a favor de los partidos opositores y los resultados de otros comicios. Además, estos lugares corresponden a las votaciones más altas de  Gustavo Petro en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales 2018 (ver mapa aquí ) y donde el “Sí” ganó el plebiscito (ver mapas aquí).

Esto no significa que las fuerzas de Petro estén directamente asociadas a las manifestaciones o a los senadores que dieron paso a la moción. Más bien, puede significar que aquellos senadores críticos de la gestión del ministro Molano, en el marco de las manifestaciones, son elegidos en aquellos lugares donde hay un fuerte rechazo al uribismo. De cualquier forma que queramos leer el asunto, el hecho es que existe una correspondencia clara entre la zona de mayor intensidad del paro (el suroccidente) y el electorado de los senadores que apoyaron la moción de censura al ministro.  Esto sugiere que la representación democrática funciona, y que la presión del paro llevó a congresista de la zona a votar la censura, incluyendo a algunos que no son de la oposición como Temístocles Ortega (ver mapa electoral aquí) o Roosvelt Rodríguez (ver mapa electoral aquí).

Por otro lado, el caudal electoral de los senadores que votaron negativamente proviene principalmente del centro y el norte del país. Esto tiene que ver con la fuerza con la que partidos como el Centro Democrático, Cambio Radical y la U cuentan allí, pues prácticamente todos sus senadores se opusieron a la moción contra Molano. También parece existir en estos casos una suerte de discontinuidad con el patrón observado en votaciones pasadas, pues en la región Caribe tanto Petro como el “Sí” en el Plebiscito obtuvieron una gran cantidad de votos. Las observaciones en los llanos mantienen cierta lógica, dado que su comportamiento electoral ha virado del liberalismo al uribismo que, en este caso, también le ofrece una votación importante a los senadores que se opusieron a la moción.


Ahora bien, hemos querido ver qué pasó con los apoyos del Senado en sitios donde los hechos violentos contra los manifestantes han sido no solo más numerosos, sino más cruentos. Esto, en tanto que ha sido en ciudades como Bogotá, Cali, Medellín y Pereira donde más se han reportado casos de violencia policial (consultar información georreferenciada de estos registros aquí). En este sentido, entre las capitales de departamento que prefirieron a quienes hoy ratifican a Molano como ministro se destacan hegemónicamente Barranquilla y luego, sobre un 60% del voto: Bucaramanga, Pereira, Ibagué y Medellín. Al contrario, núcleos urbanos como Popayán, Tunja, Pasto, Bogotá e incluso la misma Cali optaron en el 2018 por candidatos que hoy parecieran responder un poco más a sus electores favorables al paro.

Teniendo en cuenta que las ciudades han visto mayor participación en las movilizaciones a favor del paro -o recientemente también en contra de los bloqueos por el paro-pero también han sufrido los impactos de una crisis social, agravada por la pandemia y ahora, los hechos violentos, cabe cuestionarse si habrá un rechazo en las urnas citadinas para quienes respalden a Molano.  Por ejemplo, el senador Rodrigo Lara sorprendió cambiando de voto a último momento y enfrentó las críticas con explicaciones poco convincentes, frente a un electorado principalmente urbano (ver mapa electoral aquí).  Estaremos entonces, a la expectativa de los cambios que puede presentar allí la conducta electoral y el rol que jugará esta coyuntura en las estrategias de campaña para las elecciones que se avecinan.