La consulta del centro decepcionó por una participación demasiado limitada. Fueron cerca de 2,3 millones de ciudadanos los que votaron la consulta, lejos de los más de 4 millones de la derecha y casi 6 millones de la izquierda.
Geográficamente, esta falta de participación se lee en un mapa que limita el poder de convocatoria de los líderes de la coalición al altiplano cundi-boyacense. Es fundamentalmente Bogotá que pone los votos de la consulta. Cerca de 11,5% de los capitalinos participaron en el proceso, más que los 9,5% a favor del Equipo Colombia, pero mucho menos que los 20% a favor del Pacto Histórico. Del resto, los votos de la consulta se ubican por encima de 10% en Boyacá, halados por la candidatura del ex Gobernador Carlos Amaya, y entre 5 y 10% en Cundinamarca. Las otras capitales del centro del país (Medellín, Cali, las ciudades del eje cafetero, Ibagué, Neiva, Villavicencio y Cúcuta) también ponen su cuota de 5 a 10% de sus votantes, pero en el resto del país, la convocatoria estuvo casi nula.
Si miramos el patrón geográfico de la repartición de voto entre candidatos, constatamos que al contrario de lo que sucedió con la consulta de la derecha, la del centro muestra resultados relativamente parejos en todas las grandes ciudades. La excepción es Amaya, quien como vimos, tiene sus votos bien concentrados en Boyacá y a Bogotá. A parte de eso, Fajardo gana en casi todas las ciudades con voto relevante, aunque con márgenes distintos: más grandes en Medellín y Cúcuta, más apretado frente a Galán en Bogotá. A este último, le faltó convocar más participación en sus plazas fuertes como Bucaramanga, para poder quitarle la victoria a Fajardo. Por su parte, Gaviria recibe un apoyo importante en las capitales más grandes como Medellín, Bogotá y Cali, pero que tiende a disminuir rápidamente con el tamaño del municipio.
Con estos resultados, el gran desafío para Sergio Fajardo de cara a la primera vuelta será trascender los límites del voto urbano del centro del país. Cómo para su candidatura en 2018, este encierro geográfico limita demasiado los alcances de su candidatura.