Venezuela: mapas de los resultados publicados por la oposición

“El que escruta elige”, dice el cinismo popular. Pues la oposición democrática en Venezuela está demostrando que no. Después de largos años de aprendizaje y de derrotas sucesivas frente al chavismo, la oposición ha madurado políticamente, demostrando una unidad férrea y un compromiso fuerte con la vía electoral que no eran tan claros en el pasado. Pero ha aprendido sobre todo a usar las reglas sesgadas que le impone el régimen a su favor.

Así, el pasado domingo 28 de julio, mientras el CNE anunciaba sin mostrar soporte alguno una victoria del oficialismo que contradecía todas las encuestas serias previas y a boca de urna, la oposición recompilaba los formularios de mesa uno a uno a través de su red de testigos electorales para proceder a su propia totalización con base en las actas oficiales. El resultado, conforme a lo que indicaban las encuestas, es una sonada derrota para el chavismo: 30,45% frente a 67,2% al candidato opositor, Edmundo González.

Al poner las actas en línea (https://resultadosconvzla.com/) la oposición puso el gobierno contra la pared, demostrando que podía soportar sus datos, mientras la página web del CNE siguió caída toda la semana después de las elecciones, supuestamente por un ataque informático.

La gigantesca operación realizada por la oposición para poner en línea estos datos es muy robusta técnicamente, y se fundamenta en las actas oficiales identificables por sus Códigos QR que podemos consultar en la aplicación. La forma como se realizó se explica muy bien en este artículo.

¿Pero más allá de lo técnico, estos datos tienen sentido analizados en el marco de la historia electoral del país?

La respuesta es bastante. Hemos compilado los datos de la página de la oposición a nivel de municipios para poder hacer los mapas de la elección.

Mapa del voto de Edmundo González por municipio

Mapa del voto de Nicolás Maduro por municipio

Diferencia de voto entre Maduro y González

Diferencia de voto entre Maduro y González

Después procedimos a una comparación con los resultados de 2013, la última elección relativamente competitiva ya que buena parte de la oposición había decidido no participar en 2018, considerando que no tenía garantía. En este entonces, Maduro venció a Enrique Capriles por un estrecho 50,6 vs 49,1%.

Aunque más de 10 años separan las dos elecciones, reconocemos ciertos patrones en los mapas.

Mapa del voto de Nicolás Maduro en 2013

Mapa del voto de Enrique Capriles por municipio

Entre los votos de Maduro en las dos fechas como entre el voto de Capriles y González, el coeficiente de correlación es de 0,73, un coeficiente bastante robusto dada la distancia en el tiempo.

Hay que recordar además que los datos de la elección de 2024 publicados por la oposición son parciales. Recompilaron en el momento en que escribimos un poco menos de 82% de las actas. En el momento en que los extrajimos, eran apenas más de 70%, lo que sugiere que la correlación sería posiblemente más robusta con el 100% de los resultados.

El juicioso trabajo de la oposición nos da por tanto unos resultados esperables en el marco de la forma en que la contienda de varias decadas entre chavismo y oposición se inscribió en el territorio del vecino país. Una evidencia más de que sus datos son sólidos. Seguimos esperando los del CNE…

Una mirada a los partidos desde los concejos

La batalla de narrativas para determinar quién ganó y quién perdió en las elecciones territoriales sigue al rojo vivo. En un sistema de partidos tan fragmentado como el colombiano con coaliciones laxas a todos los niveles, cada cual tiene algo que mostrar para proclamarse ganador. Mientras los comentarios iban a las grandes ciudades y las gobernaciones en los medios de comunicación, hemos insistido en DEMOS sobre el número de alcaldías ganadas en todo el territorio por formación política. Esto permite tener una aproximación al conjunto del territorio. Ahora bien, las elecciones a alcaldía son uninominales, lo que las hace impropias para evaluar la fuerza de los partidos. El peso de las personalidades se impone al de las etiquetas, y el éxito de las coaliciones da cuenta de ello. Igual, como se trata de más de 1000 alcaldías a lo largo y ancho del territorio, la dimensión personal se pierde en la ley de los grandes números.

No obstante, si queremos acercarnos de verdad a la fuerza de los partidos, a lo que refleja su arraigo en el territorio, hay que dirigir la mirada a los cuerpos colegiales que son sus lugares naturales, es decir a los concejos municipales. Hemos calculado para eso la cantidad de votos para las listas de cada partido o tipo de coalición (determinado por su composición partidaria). Contrariamente a lo que hemos hecho con el número de alcaldías ganadas hasta ahora, esto tiene también la ventaja de tomar en cuenta el peso diferente de las ciudades grandes frente a los pueblos. Valdrá la pena también echar una mirada al número de concejales electos para sopesar las bases de los partidos, pero para eso, es más prudente esperar los datos del escrutinio. Con la suma de votos a nivel nacional, podemos aventurar una primera estimación con base en el preconteo.

Esta operación que debería ser sencilla no lo es tanto para el caso del Pacto Histórico, que, como sabemos, es en la práctica una coalición recurrente, pero con composición cambiante. Para nuestro calculo, hemos considerado como Pacto Histórico toda coalición entre los partidos que constituyen esta alianza a nivel nacional, independientemente de su composición, siempre que los componentes sean todas partes del Pacto Histórico nacional. En cambio, no hemos sumado los votos de las listas de sus miembros cuando se presentan solos, conservando así al PH su carácter de coalición.

El resultado se lee en el gráfico siguiente.

Si el partido conservador es el ganador en número de alcaldías, el partido liberal lo derrota netamente en número de votos a los concejos, lo que se explica por el hecho de que el primero es fuerte en muchos pueblos más pequeños, que suman menos votos a nivel nacional. La Alianza Verde llega en tercera posición, y figura de esta manera en mejor posición que para el número de alcaldía gracias a su buen posicionamiento en las grandes urbes (fue la lista más votada en la capital). Los votos blancos, siempre muy destacados en el voto a los concejos se ubican en cuarta posición. Muchos electores, sobre todo en las ciudades grandes, se van al puesto de votación para elegir su alcalde y no les ponen atención a los otros cargos que terminan con tarjetones marcados en blanco. Como hemos señalado en nuestra nota sobre el Centro Democrático, este partido sufre un revés en cuanto al número de alcaldías electas, pero puede mostrarse satisfecho del desempeño en grandes ciudades que le garantiza un lugar entre los principales partidos del país, justo antes de Cambio Radical y el partido de la U. Estas dos formaciones sufren en nuestra medición de su propensión a hacer muchas coaliciones para concejos, lo que tiende a dispersar sus votos. Con la excepción de PH, las coaliciones son demasiado ad hoc para figurar con buenos resultados en nuestra clasificación. El tipo de coalición más votado es la alianza entre En Marcha y Nuevo Liberalismo, que es la decimotercera fórmula más votada, por encima de cada uno de sus miembros. Nótese que MIRA eligió una estrategia de “entrismo” que consiste en no presentar listas solo y avalar candidaturas únicamente en el marco de coaliciones.

Finalmente, Pacto Histórico sería la séptima fuerza política si exceptuamos el voto blanco, lo que no es un resultado tan malo como lo sugiere el número de ejecutivos locales ganado. Una vez más, el hecho de presentar listas con un respaldo consecuente en las grandes ciudades explica este resultado. Se trata de un elemento importante a tomar en cuenta para evaluar el desempeño del Pacto, ya que le asegura una base de líderes locales que no tenía antes al elegir un buen número de concejales. Es un elemento importante para el porvenir siempre que la coalición logre mantenerse unida.

Precisamente, y eso es un dato importante, si le sumamos al PH los resultados de las listas de sus miembros, sería de lejos la primera fuerza política del país con más de 3 millones de votos, muy por encima del Partido Liberal. Este resultado estaría incluso por encima del resultado del PH en las elecciones legislativas de 2022.

Los más afines al Pacto podrán apoyarse sobre este dato para reclamar la victoria para sí como lo hace el presidente Petro desde domingo, sin embargo, hay mucho de artificial en esta suma. En primer lugar, sumar para el Pacto Histórico los votos de cada miembro y los de las listas de coaliciones con el pretexto de que constituyen un bloque le daría al sector un trato distinto a los demás partidos para quienes separamos los votos propios y los obtenidos en coalición. Haría que los resultados del PH no puedan compararse a los de los demás. En segundo lugar, y más importante, que los partidos miembros del Pacto eligieran presentar listas a parte tan a menudo, no es un dato que se pueda ignorar. Si MAIS, AICO, ADA, Independientes, la Fuerza de la Paz y Fuerza Ciudadana (en orden descendiente de votos) reciben cada uno más de 100.000 votos para sus listas es también consecuencia de que no le juegan del todo al Pacto.

El mensaje para el Pacto Histórico es claro. Los partidos de la alianza oficialistas tienen votos, pero la fragilidad de la alianza oficialista tiende a diluirlos.  

And the winner is…

Después de mucho trabajo para desglosar todas las coaliciones de un sistema cada vez más opaco, DEMOS logró determinar el color partidista de cada alcaldía del país, y el ganador es…

El Partido Conservador es el partido con más alcaldes, tanto propios como si sumamos los que elige en coaliciones. Como siempre, los cuatro “tradicionales” llegan a la cabeza, en orden distinto si consideramos sólo las alcaldías propias o la suma de las propias y de las ganadas en coaliciones. En el primer caso, es el partido Liberal que llega segundo, en el segundo caso, es el partido de la U. Cambio Radical es el último de los tradicionales en todos casos.

Como en 2019, con una buena distancia atrás, encontramos la Alianza Social Independiente, la Alianza Verde y Centro Democrático, sobre todo gracias a las coaliciones en el caso de ASI, mientras AV logra un número de alcaldías propias que se acerca a Cambio Radical.

Detrás, encontramos los grupos significativos de ciudadanos, el partido Colombia Renaciente, el partido Fuerza de la Paz de Roy Barreras, el partido Demócrata Colombiano, y Nuevo Liberalismo.

Victorias a alcaldías (comparación 2023-2019)

 Propias 2023Coaliciones 2023Total 2023Propias 2019Coaliciones 2019Total 2019Diferencia 2023-2019
PC952293241192033222
PU6722929690226316-20
PL6921728697222319-33
CR3520724261264325-83
ASI151241392710012712
AV32951274397140-13
CD169210871121192-84
GSC33528535357015
PCR18577510354530
PFP10596900069
PDC8576500065
NL9516000060
MAIS164258205676-18
AICO74754165167-13
EM8445200052
CRE8303800038
ADA529344121618
GM4273100031
CJL2161849135
MSN3121500015
VO3121500015
IND3111400014
PEC0141400014
DyC2111300013
CH56111783
NFD6390009
PDA35831215-7
LIGA1670007
TSC3470007
UP1450005
COMUNES0440004
FC1340004
PCC0220002
PED0110001
PTC0110001

Si miramos esto en perspectiva comparativa con 2019, nos damos cuenta que el peso de los tradicional está en realidad en declive, salvo para los conservadores. Tienden a ser desplazados por algunos nuevos partidos exitosos en su juego de distribución de aval como Colombia Renaciente, la Fuerza de la Paz, el Partido Demócrata Colombiano, En Marcha, Creemos y Gente en Movimiento.

Centro Democrático registra también una fuerte caída en su presencia territorial a pesar de resultados mucho más positivos en ciudades grandes y gobernaciones.

Finalmente, si hablamos de los avances de las fuerzas del Pacto Histórico, son lejos de ser convincentes. MAIS y el Polo Democrático Alternativo bajan su presencia, aunque es cierto que no todas las coaliciones del primero se hacían con la izquierda en 2019, y el segundo sufrió la escisión de Dignidad y Compromiso. La Colombia Humana, Todos Somos Colombia, la Unión Patriótica, y hasta Comunes progresan, pero siguen a niveles muy marginales.

Alianza Social Independiente: el comodín

Por Yann Basset

La ASI empezó como Alianza Social Indígena. Obtuvo su personería jurídica vía la circunscripción especial indígena de la cual fue un actor principal desde su creación, representando comunidades indígenas del Cauca. A partir de los años 2000, incursionó en la política nacional avalando personalidades con perfil “independiente” como Antanas Mockus en su segunda alcaldía y en su carrera presidencial de 2006 o Sergio Fajardo en su aspiración a la alcaldía de Medellín en 2003. Desde entonces, ha empezado a avalar muchas candidaturas indiscriminadamente a lo largo y ancho del territorio nacional. Su cambio de nombre la desligó finalmente de su pasado indigenista mientras adquiría cada vez más una imagen de “fábrica de avales” sin identidad bien definida

La ASI es un partido que pasa debajo de los radares de la opinión pública porque no tiene mucha relevancia en las elecciones nacionales. En 2022, estuvo en la Coalición de la Esperanza y logró poner candidatos suyos en el Congreso vía sus listas, mientras en 2018, hacía parte de la Coalición de la Decencia que apoyaba Gustavo Petro (y avaló al senador Jonathan “Manguito” Tamayo quien se hizo famoso por pasarse al oficialismo en contra de su coalición y su partido apenas electo). En el ámbito local, sin embargo, la ASÍ es un actor mucho más relevante de lo que la opinión urbana puede imaginar. Es la séptima fuerza política en los ejecutivos locales, detrás de los cuatro partidos tradicionales, Centro Democrático y los verdes. Tiene 27 alcaldías propias y está en 100 coaliciones de otras, así como en 7 coaliciones de gobernadores electos. Para las elecciones del domingo 29 de octubre, la ASI es la 6ta fuerza política en número de avales, detrás de los 4 tradicionales y la Alianza Verde, y cada vez más en coalición.

Otro aspecto notable es que la ASI hace coaliciones con todo tipo de actores, sin exclusiva, con una preferencia marcada para los partidos tradicionales que corresponde, de hecho, a la mayor presencia de ellos.

Siguen la Alianza Verde, y el Nuevo Liberalismo de los cuales se esperaría mayor cercanía dadas las alianzas del año pasado, pero que no representan ni la mitad del número de coaliciones que suele hacer ASI con los tradicionales. En cuanto a los socios de izquierda del MAIS, la Colombia Humana o el Polo Democrático, casi no aparecen como socio, apenas menos que en 2019 cuando compartían coalición nacional con las listas de la decencia. MAIS es el único que sigue siendo un socio algo importante, quizás por el origen indigenista común, pero mucho menos que hace 4 años.

A nivel geográfico, ASI hace presencia en todo el territorio, aunque un poco más en el centro del país que en la costa Caribe o en el Pacífico. Contrariamente a lo que podríamos pensar, no desdeña las ciudades importantes. Presenta candidatos propios en Cartagena, Neiva, Pasto, Quibdó, Riohacha, Villavicencio y en coalición en Armenia, Buenaventura, Manizales, Pereira, Popayán, Tunja y Santa Marta, aunque en estos escenarios, sus avalados rara vez figuran entre los más opcionados.

En conclusión, ASI es uno de estos casos típicos que ilustran las diferencias entre los escenarios locales y el ámbito nacional. A pesar de la multiplicación de los partidos que facilita avales de todo tipo, su etiqueta sigue apetecida para los políticos locales, precisamente porque no implica un compromiso muy claro con ningún bando de la política nacional. Esto permite negociar apoyos y recursos con cualquier gobierno, aunque probablemente con límites en los momentos de campaña en que la política nacional tiende a polarizarse un poco más.

Comunes: Rompiendo el ostracismo

Por Claudio Petro

Comunes es el partido político que nace con posterioridad al acuerdo de paz entre el gobierno nacional y la extinta guerrilla de las FARC. En un principio se llamó Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, lo que era contraproducente pues mantenía las mismas siglas del grupo armado, por lo que decidió adoptar el nombre que hoy en día conocemos. Desde su fundación ha atravesado una serie de dificultades como la violencia dirigida hacia desmovilizados, el poco respaldo en las urnas y la existencia de disidencias del antiguo grupo guerrillero que aún están operativas. Actualmente el partido cuenta con 5 senadores y 5 representantes a la cámara, los cuales les corresponden en virtud de lo pactado en el acuerdo de paz, siendo este el último periodo en el que gozarán de esta prerrogativa. Así mismo, hay un mandatario local en ejercicio que fue electo en una coalición entre Comunes (en ese momento FARC), Colombia Humana-UP y MAIS: Plutarco Grueso, alcalde de Guapi, Cauca. Vale la pena mencionar que el alcalde de Turbaco, Guillermo Torres, conocido como “Julián Conrado”, el “cantante de las FARC”, fue parte del grupo armado, sin embargo, este fue electo con el aval del partido Colombia Humana. Tomando en cuenta que se avecinan las elecciones de mandatarios locales, este trabajo pretende resolver el interrogante de ¿Cómo este partido se plantea afrontar el nuevo reto electoral?

Para las elecciones de alcaldes, Comunes tiene participación en 100 candidaturas, siendo un número relativamente bajo comparado con las de otras agrupaciones políticas pero muy alto en comparación con ellos mismos en 2019, cuando solo tuvieron 23 candidaturas, siendo 13 de ellas propias. En su momento pocos partidos estaban dispuestos a asociarse con el entonces partido FARC, hecho que ha cambiado de la mano del Pacto Histórico y se hace evidente con el auge de candidaturas en coalición para estas elecciones, cuya composición analizaremos más adelante. Partiendo de lo anterior, se puede inferir que Comunes no cuenta con un capital político suficiente que garantice un buen desempeño de candidatos que se lancen exclusivamente por el partido, sin embargo, ha aumentado ostensiblemente su capacidad de asociarse con otros partidos de izquierda y centroizquierda gracias a su integración en el Pacto Histórico. Revisando los pocos municipios con candidatura propia del partido es posible notar que en 5 de ellos hay un patrón, pues estos sufren o han sufrido fuertemente las consecuencias del conflicto armado en el país, por lo que puede que haya mayor aceptación de candidatos provenientes de un partido que surge a partir del proceso de paz, como también puede que los grupos armados sigan contando con cierta legitimidad como consecuencia de que hayan reemplazado la presencia estatal en el pasado.

Nombre del MunicipioParticularidades
BURITICA, ANTIOQUIAActividades de minería ilegal con presencia del Clan del Golfo (Pardo, 2023) [1]
MARIA LA BAJA, BOLÍVARMunicipio en la región de los Montes de María que ha sido afectado por el conflicto armado desde el siglo pasado. Hoy hay presencia del clan del golfo. Las FARC en su momento tuvo presencia, pero en los años 2000 el poder lo concentraba principalmente las AUC. (Osorio, 2015)[2]
SAN JACINTO, BOLÍVARTambién ubicado en la región de los Montes de María, las FARC tuvo una fuerte presencia en los años 90 a través del Bloque Caribe. (Verdad Abierta, 2023)[3]
JAMUNDÍ, VALLE DEL CAUCAPresencia de las disidencias de las FARC en el municipio (El País, 2023) [4]
PUERTO GUZMÁN, PUTUMAYOPresencia de las disidencias de las FARC, este año se enfrentaron dos bloques que pertenecían al mismo grupo (Lewin & Osorio, 2022).

En cuanto a las coaliciones, el partido Comunes forma parte de coaliciones amplias con partidos de izquierda y centro izquierda, los cuales en su gran mayoría formaron parte del Pacto Histórico para las elecciones legislativas y presidenciales del año pasado. Lo anterior es coherente al considerar que se trata de movimientos minoritarios que de forma independiente no podrían obtener un buen desempeño. A continuación, se puede apreciar el número de candidaturas para alcaldías en 2023 en las que Comunes participa en coalición con cada uno de los partidos comparadas con las que se formaron en 2019.

En cuanto a la distribución geográfica de las candidaturas, es evidente que las coaliciones de las que hace parte Comunes siguen la lógica de las elecciones presidenciales en las que fue electo Gustavo Petro, pues la gran mayoría están lideradas por su partido, Colombia H

umana. Se destaca la alta presencia de candidaturas en departamentos ubicados en el Pacífico como en los casos del Valle del Cauca y Cauca. Así mismo, en Cundinamarca y Antioquia también hay un alto número de candidaturas, aunque teniendo presente que son departamentos con un número total de municipios bastante mayor a los primeros dos que se mencionaron, por lo que la incidencia es menor. En departamentos del eje cafetero solo participan por la alcaldía de Pereira y en los departamentos de Vaupés, Guainía, Casanare y Magdalena no participaron de ninguna candidatura. En cuanto a las candidaturas propias, además de los municipios ya mencionados también encontramos a Cerrito, Santander, y a San Lorenzo, Nariño. En suma, puede decirse que sus candidaturas se concentran principalmente en las zonas periféricas y rurales del país, especialmente en la región Pacífica. Caso contrario de la región Andina donde tiene muy pocas comparado a otras agrupaciones como el Movimiento de Salvación Nacional, que volvió a la vida recientemente.

Para finalizar, podemos ver que Comunes es un partido que no ha logrado consolidarse como una fuerza independiente, por lo que su estrategia se centra en apalancarse del capital político de un sector progresista que para estas elecciones locales sí decidió abrirse a asociarse con ellos. En consecuencia, se aprecia un aumento considerable de candidaturas a alcaldías por parte del partido. Se espera que el desempeño que pueda llegar a tener en las próximas elecciones varíe con respecto a las elecciones legislativas y presidenciales que tuvo el Pacto Histórico, pues en la dimensión local las lógicas suelen ser distintas, sumado al desgaste ante la opinión pública del gobierno nacional. Así, estas elecciones serán de gran significado para Comunes, pues de ellas depende que logren consolidar bases territoriales con el fin de que pueda sobrevivir a futuro, considerando que en las próximas elecciones legislativas su representación en el Congreso dependerá exclusivamente de su desempeño electoral.

Referencias

Lewin, J. E., & Osorio, C. (2022). 18 muertos por combates entre dos grupos disidentes en el Putumayo. Obtenido de El País: https://elpais.com/america-colombia/2022-11-21/18-muertos-por-combates-entre-dos-grupos-disidentes-en-el-putumayo.html

Osorio, E. (2015). Lecciones Para El Posconflicto: ¿Por Qué El Fin Del Conflicto Armado En María La Baja, Bolívar (2006-2014) No Puso Fin De La Violencia? Revista Palobra, 15, 260-271. Obtenido de Repositorio Universidad de Cartagena: https://repositorio.unicartagena.edu.co/handle/11227/7780

Pardo, J. (2023). La guerra por la minería sigue desatada en Buriticá: el clan del Golfo estaría detrás de los ataques violentos. Obtenido de infobae: https://www.infobae.com/colombia/2023/10/16/la-guerra-por-la-mineria-sigue-desatada-en-buritica-el-clan-del-golfo-estaria-detras-de-los-ataques-violentos/

Redacción. (2023). Alerta en Jamundí por enfrentamientos entre Ejército y disidencias de las Farc este martes. Obtenido de El País: https://www.elpais.com.co/valle/alerta-en-jamundi-por-enfrentamientos-entre-ejercito-y-disidencias-de-las-farc-este-martes.html

Redacción. (2023). San Jacinto: un pueblo ‘secuestrado’ que espera por su reparación. Obtenido de Verdad Abierta: https://caso-01-secuestro.verdadabierta.com/san-jacinto-un-pueblo-secuestrado-que-espera-por-su-reparacion/